La manualidad que te ofrecemos hoy es muy divertida y sensitiva para los más pequeños. Se trata de reciclar dos botellas de plástico y un cubo para poder hacer algo original. Con una de las botellas hemos mezclado agua con aceite y la hemos convertido en una lámpara de lava, con la otra botella hemos añadido agua y la hemos mezclado con diferentes formas pequeñas de colores para que al agitarla, los niños sigan sus elementos y se distraigan. Con el cubo de plástico hemos hecho la forma divertida para que los más pequeños aprendan los colores. Con esta manualidad aprenderán el color tirando del lazo correcto.
Los materiales que he utilizado son:
Para la botella de efecto lámpara de lava:
- Botella de plástico pequeña para reciclar
- agua
- aceite de girasol o aceite del baño para niños
- colorante para manualidades o colorante comestible, del color que quieras
- una pastilla que sea efervescente, yo escogí un paracetamol
Para la botella sensorial de objetos:
- Botella de plástico pequeña para reciclar
- agua
- bolas de gel
- pompones pequeños de colores
- trocitos de limpiapipas
- piezas pequeñas de plásticos y de colores
Para las cintas de colores:
- Un cubo de plástico o parecido para reciclar
- cintas de diferentes colores
- un rotulador para marcar
- un cutter o algo afilado para hacer los agujeros
Puedes ver esta manualidad paso a paso en el siguiente vídeo:
Botella de efecto lámpara de lava:
Echamos dentro de la botella agua, hasta llenar casi un tercio de ella. El resto de la botella la llenamos de aceite, o bien de girasol o de aceite de baño para bebés; pero no la llenamos del todo, dejaremos unos dos dedos de aire arriba para que después tenga movimiento. Echamos una gotas de colorante especial y dejamos que caiga hasta el fondo. El colorante se disolverá sólo en el agua. Echamos la pastilla efervescente y dejaremos que haga el efecto de lámpara de lava. Este efecto sólo dura unos minutos y resulta ser un momento muy emotivo para los más pequeños. Se pueden echar todas los trocitos de pastilla efervescente que queramos. Puedes también cerrar la botella y mover el efecto de color junto con el aceite que también resulta muy sensorial.
Para la botella sensorial de objetos:
Escogemos una botella de plástico pequeña que podamos reciclar, a ser posible transparente. Llenamos la botella de agua pero no del todo, sino que dejaremos dos dedos de aire hasta llenarla. Introducimos todos los pequeños elementos de colores, podemos escoger los pompones, las bolas de gel, los trocitos de limpiapipas, las pequeñas piezas de plástico de colores o cualquier cosa que se nos ocurra (dados, fichas de parchís, bolitas de plástico…). Con esto ya lo tendremos listo para agitar la botella y mover los elementos que contenga. Disfrutaremos de su efecto.
Para las cintas de colores:
Escogemos un cubo pequeño que contenga una tapadera. Le vamos a agujerear y meter unas cintas para que los niños sepan tirar de ellas. Marcamos las zonas con un rotulador para hacer los agujeros, haremos tantos agujeros como cintas tengamos. Con un cutter o algo afilado hacemos unos agujeros pequeñitos para poder pasar la cinta. Cuando pasemos las cintas entre los agujeros debemos de anudarlos para que al tirar no se salga la cinta. Podemos anudarlos con dos o tres nudos. Este instrumento sensorial ayudará a que los más pequeños aprendan los colores. Elegiremos un color y les pediremos que tiren de la cinta correcta.
