En la noche de halloween es aconsejable llevar un recipiente amplio para poder introducir todas las chuches de esa noche de brujas que nos dan los vecinos cuando vamos llamando a sus puertas. Por ello, hoy os mostramos una manualidad muy curiosa en la que reciclamos un bote de gel de ducha.
Este tipo de botes altos son geniales para esta noche terrorífica puesto que son bastante grandes como para que quepan muchas chuches. Además, así hacemos un utensilio bueno e irrompible, que podemos usar año tras año, o realizar uno cada año puesto que no cuesta nada de dinero.
Índice
Materiales
- Bote de gel de ducha.
- Pintura naranja.
- Goma eva de color negro.
- Pegamento cola o silicona.
- Alambre.
- Trozo de papel de charol verde.
- Punzón.
- Tijeras.
Proceso
En primer lugar, cogeremos el gel de baño vacío y lo cortaremos a la altura que queráis que tenga el bote para las chuches. Lo lavaremos bien por dentro eliminando cualquier resto de gel y lo secaremos con servilletas de papel o paño de cocina.
Después, lo pintaremos de un color naranja bien llamativa, al igual que las típicas calabazas de halloween, y lo dejaremos secar durante una noche.
Luego, le haremos con la ayuda de un punzón un par de orificios en la parte superior para pasar por ellos el alamabre y así poder llevarlo cómodamente en la mano o en el brazo.
Seguidamente, forraremos el alambre con papel de charol de color verde para que este se asemeje al tallo de estas calabazas. Introduciremos cada cabo por los orificios y los sujetaremos en su interior para que estos no se enganchen con nada del exterior.
Por último, sobre la goma eva dibujaremos los ojos triangulares y la boca terrorífica de nuestra calabaza, y lo pegaremos sobre el bote con pegamento cola o silicona.
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