¿Os han regalado alguna vez una caja de madera con vinos o cavas? El caso es que a mí sí, y llevaba ya su tiempo por allí y que me daba pena tirarla! Hoy descubrí lo que iba a hacer con ella, una casita para los pájaros. Lo que no sé muy bien es si dejarla ya en un árbol, o colgarla en alguna pared… Así que nada, os enseño cómo lo hice mientras sigo pensando dónde puede quedar mejor.
Materiales
- Caja de madera (o retales de madera)
- Sierra
- Martillo
- Clavos
- Taladro
- Varilla de madera o plástica
- Pintura
- Pincel
Proceso
- Primero es cortar la caja por la mitad. Una de ellas, la que sea más corta, es la que vamos a usar como carcasa y base para montar.
- De la segunda, tomamos la parte del fondo y la frontal. Es decir, lo que está entre los dos costados paralelos.
- Hacemos dos agujeros en la parte que va a ir delante. Uno grande para los pájaros y otro chiquitito por dónde colocar la varilla. No es necesario el agujero muy grande. Yo lo hice porque hay unos (que desconozco el nombre) que vienen a veces por aquí, que me gustan y son bastante grandecitos.
- En este caso, colocamos los clavos a los retales que hemos preparado en la carcasa que teníamos lista.
- He colocado un total de 6 clavos por la parte frontal, y 4 en el lateral (2 y 2). Es suficiente.
- Le damos una primera mano de pintura. Si se tapa el agujerito que hicimos para la varilla, no importa, luego al colocarla se sale la pintura.
- Y le damos la segunda capa, colocamos la varilla, y ya lo podemos dejar reposar hasta que se seque.
Y cómo os decía, no sé si colocarlo en un lugar o otro. Iba a pintarla marrón, simulando el tronco de árbol y por la madera. Pero no sé, me dio que el blanco iba a dar al final más frescura, y al final estoy contento con el resultado. Espero que te haya gustado. Ahora toca esperar que algún pajarito lo vea seguro y decida que es un buen hogar!