Desde hace miles de años el ser humano ha empleado las velas para alumbrarse, con motivos religiosos, como símbolo de estatus o sencillamente como adorno. Se dice que fueron inventadas por los egipcios pero no fue hasta la Edad Media cuando se empezaron a elaborar tal y como las conocemos. En aquel entonces eran bastante costosas pero con el descubrimiento de la parafina, el ácido esteárico y el desarrollo de una maquinaria adecuada hicieron que las velas fuesen accesibles a las masas, más económicas y sin el fuerte olor que las caracterizaba.
En la actualidad, las velas se siguen usando para alumbrar cuando se va la luz eléctrica súbitamente pero también se utilizan para decorar y crear una atmósfera agradable y romántica con la que relajarse para descansar en casa al final de un largo día. Si te apasionan las velas y te gustaría saber cómo fabricarlas de manera artesanal, quédate porque a continuación vamos a descubrir cómo hacer velas aromáticas en casa que llenarán tu casa de una placentera fragancia que despertará tus sentidos.
¿Qué materiales necesitarás para saber cómo hacer velas aromáticas en casa?
Si nunca antes has fabricado velas aromáticas en casa, no te preocupes porque no es tan complicado como parece. Una vez pillas el truco es muy sencillo pero antes de conocer el procedimiento de fabricación y ponerte manos a la obra necesitas saber qué materiales tendrás que conseguir. ¡Toma nota!
- Cera GV-35, ideal para hacer este tipo de velas.
- Esencia aromática (limón, jazmín, lavanda, rosa, eucalipto…).
- Colorante líquido para velas del color que más te guste.
- Una cuchara o palo de madera para remover.
- Un cazo donde derretir la cera.
- Vasos para velas. También puede servir una lata o un bote.
- Mechas enceradas de 4 ó 5 centímetros.
- Pegatinas para decorar el vaso para velas.
- Un trozo de plástico o cartón para proteger la superficie donde vayamos a trabajar.
¿Cómo hacer velas aromáticas en casa?
- El primer paso es poner la cera en un cazo y derretirla a fuego suave para que se funda sin quemarse.
- Cuando la textura de la cera sea totalmente líquida, será el momento de añadir colorante para velas que hayas escogido hasta lograr la intensidad deseada en la tonalidad de la vela.
- Después remueve la mezcla lentamente para que no creen burbujitas mientras agregas poco a poco la esencia aromática de tu gusto.
- Cuando la cera se haya enfriado un poco a unos 62ºC, el siguiente paso es verterla en un recipiente como una jarra o un vaso sin llegar al borde.
- Déjala reposar y cuando la textura de la vela se vaya solidificando introduce con sumo cuidado la mecha en la cera. Tiene que quedar en posición vertical por sí misma.
- Finalmente, espera a que la vela se enfríe y decora el vaso con alguna pegatina para darle un toque aún más bonito. Por ejemplo, puedes marcarla con una pegatina que indique el aroma de la vela para que la puedas identificar más fácilmente.
¿Cómo escoger la esencia de tu vela aromática?
- Vainilla o mandarina: son aromas que fomentan un estado de ánimo tranquilo y contento.
- Lavanda: para una atmósfera relajante y placentera. Elimina el estrés y la ansiedad.
- Eucalipto: potencia la concentración y posee propiedades refrescantes.
- Canela: promueve la creatividad.
- Romero: su aroma es muy purificante.
- Limón o menta: son aromas que aportan frescura y un toque de energía.
- Neroli, manzanilla o sándalo: ideal para ayudar a conciliar el sueño.
- Geranio: equilibra las emociones y la mente.
- Coco: endulza el ambiente y reduce la negatividad.
- Jazmín: desprende un aroma relajante que además acaba con los malos olores.
- Rosa: combate el dolor de cabeza, la tristeza y el insomnio.
- Cedro: inspira calma y relaja.
- Tomillo: aviva la memoria.
- Naranja: cuenta con propiedades depurativas.
¿Cómo usar tu vela aromática para aprovechar todas sus cualidades?
La aromaterapia es una técnica terapéutica alternativa que utiliza las esencias procedentes de plantas y frutos aromáticos para fomentar el bienestar mental y físico de las personas.
Los beneficios de la aromaterapia pueden conseguirse a través de diferentes métodos: la aplicación en crema, los masajes, los baños aromáticos e incluso la inhalación por medio del encendido de unas velas aromáticas.
En este último caso, lo más adecuado es prender la vela un rato durante la mañana y durante la noche antes de dormir. Por ejemplo, recién levantado puedes encender una vela aromática con aroma a limón o menta pues aportan frescura al ambiente y te darán un toque de energía para el resto de la jornada. En cambio, al acabar el día y antes de ir a la cama puedes prender una vela aromática de lavanda, rosa, sándalo o cedro para crear un ambiente relajado, eliminar el estrés y conciliar el sueño más fácilmente.
Para potenciar el aroma de tus velas aromáticas y realizar una sesión de aromaterapia con la que sentirte bien, lo recomendable es encenderlas durante al menos una hora en un lugar cerrado. Después apágala y disfruta de su fragancia.
¿Cómo elegir el color al aprender cómo hacer velas aromáticas en casa?
La terapia del color o cromoterapia es otra técnica terapéutica alternativa que permite aliviar dolencias como la falta de concentración, el insomnio o el estrés mediante el uso de una paleta de colores determinada pues cada una tiene una repercusión positiva distinta en nuestro estado de ánimo.
De hecho, en la cultura oriental, se cree que los colores contribuyen a renovar el equilibrio de la armonía y de nuestras energías. Por ello, a la hora de escoger el colorante para hacer velas aromáticas en casa es importante que selecciones un color en función de los beneficios que desees experimentar. A continuación, vamos a ver las propiedades de cada color.
- Azul: Reduce el cansancio.
- Naranja: Simboliza el optimismo y la energía.
- Amarillo: Facilita la concentración.
- Verde: Representa la armonía de la naturaleza y el equilibrio.
- Rojo: Encarna la vitalidad, la pasión y la enería.
- Blanco: Simboliza la pureza, la armonía y el equilibrio.
- Rosa: Transmite tranquilidad y paz.
- Morado: Se le atribuyen propiedades calmantes.