Hace tiempo me regalaron una pecera enana con un pez dentro. Soy un amante de los animales, y total… no pude soportar ver el pez encerrado en una pecera que era poco más grande que un vaso de agua. Al final terminé por comprar una pecera aún más grande, y allí sigue el pobre animal. Libre de vivir en una caja de cerillas casi, jajaja.
Así que me quedé con una pecera mini, dónde a veces pensaba en hacer algo con ella. Quizás voltearla con hilo, pintarla, usarla de maceta… Hasta que hoy, me propuse simplemente transformarla en un objeto de decoración. Podría quedar bien. Y me gustó tanto el resultado por su simpleza, que quise traerte esta idea, más allá que las manualidades que suelo traer. Te muestro cómo lo hice!
Materiales
- Pecera pequeña
- Piedrecitas de colores rojas o de otro color
- Retal de cartón rojo o del mismo color que las piedrecitas
- Palillo de dientes
- Ramita verde (yo usé una de ciprés)
- Cordel o hilo blanco
- Tijeras
- Silicona
Proceso
- Comienza colocando las piedrecitas que hayas seleccionado al fondo. Es preferible piedras pequeñitas, dado que el tamaño de la pecera lo es.
- Luego, deshila el cordel que hayas seleccionado. Si no tienes, usa algo de hilo blanco, pero el cordel le va a dar rigidez al lazo. Corta el retal acartonado en forma de corazón.
- Haz un lazo con los restos de hilo al palillo de dientes. Luego pégalo con silicona al corazón que has recortado. Ponlo con la inclinación que quieras mientras se seca.
Y este es el resultado tras colocar el palillo y la ramita! Lo coloqué en el recibidor para que luciera allí, y me gusta el toque de alegría que le ha dado. A veces nos encontramos con cosas, que pueden tener un mejor uso que para aquél que fueron hechas. Y esta minipecera, nos lo demuestra.