Sí, lo reconozco, tengo una inclinación persistente a todo aquello que sea natural y pueda aportar calidez al hogar. Y ahora que se acerca San Valentín, para no fallar en mi tradición, quiero sorprender a mi pareja con un corazón hecho con ramas de árboles. Y si se puede colgar, mejor que mejor.
Así que sin más, lo dicho. Voy a mostrarte paso a paso cómo elaborar este rústico corazón. Espero que te guste!
Materiales
- Tijeras de podar (o cualquier cosa para cortar)
- Ramas (a poder ser de un mismo estilo)
- Pincel
- Cola blanca de madera
Proceso
- Corta ramas y traza la figura de un corazón. No tiene que ser exacto por la parte exterior, sino la interior. La parte de dentro es la que nos importa que quede bien trazada.
- Después de pegar los troncos con ayuda del pincel, empieza con otra misma silueta exterior. Yo me he ayudado de ramitas, para que no me «bailara» mucho la parte externa.
- A medida que vayas trazando la silueta, sigue poniendo ramitas y pegándolas. Puede usarse silicona en vez de cola, aunque para mi gusto, me gusta el acabado de la cola que es más fino.
- Una vez completada la silueta, déjala reposar para que se pegue bien.
- Completa todo el alrededor con los palos, de forma algo irregular. Si fuera demasiado perfecto, luego cualquier imperfección quedaría mal a la vista, y perseguimos ese toque rústico característico. Luego, déjala secar tanto rato haga falta hasta que la cola quede bien seca.
- Darle la vuelta, y continuar poniendo los palos que nos faltan por el otro lado.
- Y en este punto ya está! Déjalo secar bien y listo. Puedes apoyarlo en algún lugar o colgarlo con algún hilo de pescar como yo hice o similar.
No me queda más que desearte un feliz San Valentín! Y qué pases un día muy especial!